Un grupo de delincuentes que había robado computadoras y otros objetos de una fundación de caridad que brinda ayuda a víctimas de la violencia sexual... cambió de opinión y devolvió lo que se había llevado.
Los ladrones habían deshabilitado las alarmas y así entraron a las oficinas de la organización, que se encuentra en California. La directora de la misma, Candy Stallings, quedó estupefacta cuando descubrió lo que se habían llevado.
Sin embargo, horas más tarde, Stallings recibió un llamado de la policía en la que le informaron que todos los objetos robados había sido devueltos. ¨Todas las cosas estaban en la puerta de mi casa¨, contó Candy.
Lo más llamativo fue que junto con sus cosas devueltas, la mujer encontró una carta escrita a mano, en la que se leía ¨No teníamos idea de lo que nos estábamos llevando. Acá están sus cosas. Esperamos que sigan haciendo una diferencia en la vida de las personas. Dios los bendiga¨.
noticiaslocas
Esto me recuerda el título de una obra de teatro de Jardiel Poncela "Los ladrones somos gente honrada", estos señores se dieron cuenta de la importancia de la labor de quienes habían sido víctimas de su actuación y lo devolvieron junto con esa bonita nota, espero que en todas partes y siempre se respete a las buenas gentes
8 comentarios:
que decencia
Y yo también, Silvo, pero bueno, espero que eso sirva de algo...
Besos¡¡
No les pareció robar a quien tanto da, besos Paula!
Es un gesto que gusta, estos no son tan malos, besos Amapola Azzul"
Después de todo fueron honrados, y valoran la labor que hacen otras personas ayudando a los demás.
Besos
El hecho de que no les siente bien robar a quien ayuda a los demás es muy significativo, me gusta que hayan hecho esto, besos y buena noche Verónica!
Independientemente de la forma que tienen de "ganarse" la vida, un acto de humanidad nunca viene mal, sobre todo si es de estas características y en especial en estos tiempos en que nada parece importar.
Lo cierto es que, como dices, han dado una lección que no viene nada mal hoy en día, saludos Ca Laro
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