viernes, 28 de enero de 2011

Retuvo a su mujer en un sótano 16 años

Sebastiana Aparecida Groppo ha pasado una cuarta parte de su vida, y ya tiene 64 años, recluida en un sótano húmedo, sucio y oscuro. El rincón de apenas 12 metros cuadrados, plagado de moho, heces y cucharachas, en el que su marido, João Batista Groppo, la mantuvo atrapada mientras vivía al otro lado de la casa junto a su amante. La policía desmanteló esta semana la "cárcel privada", detuvo a la pareja y trasladó a la víctima a un hospital de Sorocaba, unos 100 kilómetros al oeste de São Paulo.
João Batista y Sebastiana, ambos de la misma edad, llevaban casados cuatro décadas. Sin embargo, hacía tiempo que su matrimonio se había convertido en otra clase de relación. Alegando que su esposa sufría problemas mentales y era agresiva, el hombre la recluyó al fondo de la vivienda a lo largo de dos periodos. El último, desde 2003, cuando uno de sus hijos murió en un accidente.
La 'cárcel' de Sebastiana no tenía casi higiene ni ventilación. Tampoco luz, para recortar gastos. "Si la dejaba con luz, se quedaba encendida todo el tiempo. Y no tengo condiciones de mantener eso", se justificó João Batista ante los agentes que lo arrestaron este miércoles tras recibir una denuncia anónima.
Los policías encontraron a la mujer casi desnuda, tendida sobre una cama de cemento y cubierta con una manta. Como las puertas estaban cerradas con cadenas, el único contacto de Sebastiana con el exterior durante esos años fueron los platos de comida que João Batista le pasaba entre las rejas.
'Ni siquiera un animal'
"Es la primera situación de 'cárcel privada' tan humillante que veo en 21 años", reconoció ante la prensa local la delegada de la Mujer de Sorocaba, Jaqueline Coutinho. "Todos los derechos humanos fueron violados. Ni siquiera un animal pasaría por una situación tan degradante como la de esta víctima".
Según la policía, Sebastiana no mostró agresividad ni parecía tener problemas graves de salud -a la espera de un examen médico más exhaustivo-, aunque sí presentó señales de trastornos mentales que podrían ser consecuencia de su reclusión durante años en el sótano. Una situación que sus hermanos e hijos conocían y para la que nunca ofrecieron soluciones.
Tanto el marido-'carcelero' como su amante, Maria Aparecida Furquim, se encuentran bajo arresto y podrían enfrentarse a una pena de cárcel de dos a ocho años. Es decir, como máximo, la mitad del tiempo que Sebastiana pasó a oscuras en medio del moho.


elmundo

De estad cosas siempre ma llaman la atención, aparte de la bestialidad de indivíduos como su marido, la forma de actuar de quien vive con ellos, ¿cómo puedes vivir con alguien así?, por la mujer que convive con él ahora y si es ella la instigafora ¿qué seguridad puede tener él con alguien tan cruel?, pero ¿y esos familiares que parece ser conocen la situación, aquí la ley debe recaer sobre varias personas, y nada de tan poca cárcel y alimentados y atendidois, que eso no es lo que ellos han hecho con esa mujer

4 comentarios:

pro_magicalonso dijo...

Que desgraciado, que tipejo, ojala que le caiga una buena a él y a su amante, son unos desgraciados porque otro nombre no tiene, bueno si tienen, pero sería muy fuerte. Un abrazo

silvo dijo...

Se lo merecen pro_mágica, no hay derecho a hacerle algo así a nadie

Un fuerte abrazo

hécuba dijo...

Este tipo de noticias me pone malísima. En fin...
Un besito para ti.

silvo dijo...

No me extraña, entra un coraje, yo es que no entiendo como hay alguien, sea quien sea, y no hace nada, un besín y muchas gracias Hécuba