“Jamás hemos visto un roedor de este tamaño”, confesaron los técnicos del servicio después de cazar al animal, que se había instalado en la cocina de una vivienda de Estocolmo tras roer una pared de madera y hormigón.
Todo empezó con un extraño ruido procedente de la cocina que los inquilinos de la casa escucharon a diario durante dos semanas. “En un principio pensamos que era un ratón, pero luego nos dimos cuenta de que un ratón no podía hacer tanto ruido”, relató la madre de la familia.
El misterio se resolvió cuando la mujer, al sacar el cubo de basura de debajo del fregadero, descubrió a la rata. Atónita, no podía creer lo que veía: “Nunca creí que estos monstruos existiesen”. Posteriormente, el ‘invasor’ se apoderó de la casa, se comió los tubos de suministro de agua del lavavajillas y comenzó a destrozar los muebles. Su ofensiva hizo ‘capitular’ al gato de la familia, que no solo no intentó dar caza al intruso, sino que se escondió en uno de los cuartos y no salió de él durante varios días.
El padre de la familia, que había estado fuera, sufrió un shock al comprobar a su regreso lo que ocurría en casa. Fue él quien llamó a los exterminadores que finalmente lograron atrapar al descomunal roedor.
xornalgalicia
No mer extraña que el gato se escondiera, era muy grande la rata, vaya miedo que daría
El misterio se resolvió cuando la mujer, al sacar el cubo de basura de debajo del fregadero, descubrió a la rata. Atónita, no podía creer lo que veía: “Nunca creí que estos monstruos existiesen”. Posteriormente, el ‘invasor’ se apoderó de la casa, se comió los tubos de suministro de agua del lavavajillas y comenzó a destrozar los muebles. Su ofensiva hizo ‘capitular’ al gato de la familia, que no solo no intentó dar caza al intruso, sino que se escondió en uno de los cuartos y no salió de él durante varios días.
El padre de la familia, que había estado fuera, sufrió un shock al comprobar a su regreso lo que ocurría en casa. Fue él quien llamó a los exterminadores que finalmente lograron atrapar al descomunal roedor.
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No mer extraña que el gato se escondiera, era muy grande la rata, vaya miedo que daría
4 comentarios:
Este bicho lo ve mi esposa, y se muere. Te cuento, que estando embarazada de nueve meses, -que casi no podía andar-; en un bar de un pueblo apareció un pequeño topillo, y cuando nos dimos cuenta estaba mi mujer sentada en lo alto del mostrador, ni ella misma sabe como se subió allí.
Perdona por esta reflexión.
Un fuerte abrazo.
Jaja, es mucha la gente que se asustaría jaja, es buena anécdota Manuel no hay nada que perdonar :-), un abrazo amigo!
Me lo imagino y se me ponen los pelos de punta, sin laca, sin gomina, y sin esas cosas pegajosas, jaja
Besos
Jaja, no me extraña jaja, besos y buena noche Verónica!
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